«Dejar el mundo libre de nuestras proyecciones constituye el arte supremo expresado por las grandes tradiciones espirituales.» Éric Baret
Iba subiendo de Gran Vía a Glorias, la cuesta que me lleva a mi casa, cuando el cielo se iba desahogando de los edificios y del ruido del tráfico. El murmuro de los pájaros era cada vez más penetrante, y las nubes comenzaban a desalojar el cielo… Instantes del cielo que me hacen recordar lo ya leído tantas veces: todo ES yoga, las nubes, el cielo y el vacío que hace posible su existencia, pero en la ilusión en la que vivimos de creer.nos solo nubes, el yoga se diluye, se olvida.
Vivimos atontados y subyugados por nuestra cotidianidad robótica. Y es en la experiencia cotidiana de esta ilusión de vivirnos separados del resto, donde vivimos cautivos de nuestros deseos, de nuestros sentimientos, de nuestras confusiones, de nuestros dramas, de nuestros diversos «yoes»
Por eso empezamos un día a ir a terapia o clases de yoga, a leer sobre meditación, relajación, psicología, reiki, o plantas medicinales, porque de alguna manera, y en algún momentos de nuestras vidas, nos comenzamos a sentir presos de unas condiciones y un sistema que no hemos creado nosotros, y hay algo por dentro que anhela sentir.se más feliz y libre de lo que en realidad se siente.
Últimamente, recibo muchos mensajes pidiéndome recomendación sobre libros de yoga y sobre cómo y dónde comenzar a practicar. De la enorme cantidad de libros escritos que hay sobre el tema, hay algunos cuantos que yo recomendaría porque de alguna manera me han ido ayudando a ubicar mi práctica en un contexto, y a darle un sentido a todo lo que he ido experimentando o cuestionando a través de la práctica. Aquí van algunas de mis recomendaciones que espero que os sirvan:
“El árbol del yoga” o “Luz sobre el yoga”, de B.K.S Iyengar, ambos inspiración para mí, una referencia imprescindible. . Independientemente de que no es su práctica con la que yo más me siento compenetrada, no he encontrado a ningún otro autor que me describa de manera tan poética cómo entrar a un ásana (posición) y de ahí, cómo reflexionarla para observar su dinamismo.
“El corazón del Yoga”, totalmente recomendado para quién comienza a interesarse por este mundo. Escrito por T.K.V Desichakar, hijo de Krishnamacharya, uno de los más reconocidos maestros de yoga de la India, de los que se nutrieron Indra Devi, Iyengar, o Patthabi Jois.
“El libro del yoga”, de Swami Vishnu Devananda. Este fue el primer libro que yo me leí cuando comencé con ellos a practicar en Kerala, India.
“Tantra, el culto a lo femenino”, de Van Lysebeth, maestro de Tantra tradicional. Es un libro que reviso de vez en cuando, y que al mismo tiempo que me cuesta, me apasiona.
«Bhagavad Gita», escrito por Vyasa, en el Kurukshetra, el campo de batalla. Se trata de una escritura universal, y de las escrituras más importantes del yoga para la vida, donde se intercalan los diálogos entre Krishna (divina encarnación y maestro) y Arjuna (guerrero y discípulo), alfabetizándonos a los lectores y apasionados a llevar una vida “espiritual”. Para tenerlo en la mesita de noche.
«Luz sobre los Yoga Sutras de Patanjali», de BKS. Iyengar. La filosofía del Yoga se describe por primera vez en los Yoga-sutra, una recopilación de aforismos transmitida desde hace más de 2000 años por el sabio Patanjali. Los comentarios de BKS Iyengar a estos sutras, que constituyen el primer estudio de la psique humana, convierten a este libro en una obra de referencia fundamental.
«Yoga Mala», el único libro que escribió Sri K, Pattabhi Jois, donde interpreta los principios éticos y filosóficos que sustentan a la práctica de ashtanga yoga. Es un manual imprescindible para alumnos y profesores de Ashtanga yoga.
«La Tradición del Yoga», de Georg Feuerstein, una biblia honda e interminable. A través de sus 876 páginas, leídas en diagonal últimamente, me voy dando cuenta de la inmensidad de esta tradición.
“Dejar la luna libre”, o «Un único deseo» de Eric Baret, sin duda mi gran descubrimiento, junto con lo leído de Jean Klein, filósofo del Advaita Vedanta en la tradición de Ramana Maharshi.
“Los Yoga”, de Antonio Blay – el precursor de la Psicología Transpersonal en España – es otro libro gran referente que voy ojeando junto con el de «Las claves del yoga» de Danilo Hernández.
«Y el más grande de los yoguis es aquel cuya visión es siempre una: cuando el placer y el dolor de los otros es su propio placer y dolor» Bhagavad-gita.
Muy interesante lo de los libros! A pesar de ser claramente del primer grupo de «practicantes»… puede que me lea uno! jeje la verdad no sabía que había tanta literatura sobre el yoga.
Un abrazo
Hola Marta, estoy disfrutando mucho de leerte, me encanta como te expresas y escribes y me gustan mucho tus reflexiones. Quiero recomendar otra autora para ti y los que lean esto: Donna Farhi. Me he inspirado mucho en sus libros que lamentablemente creo que solo existen en inglés hasta la fecha. ‘Bringing Yoga to Life’, ‘Yoga Mind Body Spirit’, ‘The Breathing Book’ y ‘The Ethics of Teaching Yoga’ Saludos, Miranda
Me encanta q escribas y que dos meses mas tarde eches todo por tierra, le das un punto poetico… «no me importa. No me importa ¿que? No se, no me importa» f Pessoa… Por cierto, que el mal una vez desenroscado no sea mal sino un nudo consecutivo tras otro, no quiere decir que un nudo tras otro no te hagan mal, a ti y a los demas.
Aunque si pertenezco al primer grupo de practicantes, el libro «claves del yoga» de Danilo Hernández, ha hecho 10.000km para acompañarme en mis vacaciones en otro continente, donde todavía se encuentra y está siendo leído de forma humilde, para intentar acercarse un poco más a este mundo desconocido para mi.
Por algún lado hay que empezar este camino.
Un abrazo y nos vemos a la vuelta.
Laritaa! espero que lo estés degustando, es un libro para leer con muucha calma, ya que se encuentra mucha información ahí ; ). Abrazos grandes y desifruta el viaje, el sol, y el mar..
Querida Marta hace poquito que te sigo, me encantan tus post, son muy inspiradores. Muchas gracias por compartirlos con nosotros. Un gran abrazo.
Quizás demasiado poderosa se siente una como para catalogar a la gente de esa manera cosas de médicos… y si uno no esta, ni se siente de ninguno de los dos grupos??? Realmente esta muy bien el trabajo que haces de compartir y hacer llegar el yoga a muchas personas, sea de una manera mas o menos humilde el caso es que estas haciendo un trabajo bonito, pero creo que el yogui es mucho mas que el propio ego, va mas allá. Cada uno tiene su propio camino, y resulta que hay gente que necesita mas de una vida para entender lo que es el yoga.
Yo creo que yo necesito muchas vidas para entender de qué va esto del yoga, por eso empecé con un blog, a ver si me entero de algo. Y claro, habrá infinitas personas que no se sienten de ningún grupo, yo misma por ejemplo, que voy oscilando. Solo proyecto mis ideas del momento, que también cambian. Y sí, no somos nuestro ego, ni las cosas que hacemos, ni escribimos. Las terapias trabajan a nivel del ego, el yoga los trasciende. ken Wilber lo explica muy bien en «Conciencia sin Fronteras». Gracias por escribir.