“Mis sentidos se exaltan al tocar esta vida universal. Y siento la embriaguez de que sea en mi sangre donde en este momento palpita y danza el latido de la vida que huye a través del tiempo”. Rabindranath Tagore.

Nos presentamos en Barcelona alguna vez. Después en India compartimos algunos chais, y en Nepal dudas y muchos momos. Nos vamos re – encontrando por aquí y por entonces. Y cada vez nos vamos desConociendo un poco más. Le llaman Ola. Algunos Ale. Yo casi nunca sé cómo llamarla, un relámpago en una noche de verano o un giro inesperado, depende de cómo me coja. Este post es una excusa que nace de su recuerdo.

S A J    A L O :

Imaginación desbordante. Su función es C R E A D O R A.

Una vez me contó que cuando era pequeña y por circunstancias de familia, viajaba muchas muchas horas en autobús, de una ciudad a otra, de un país a …

(( Le dije que un día escribiría sobre “ella”.

– ¿Cómo escribir sobre ella sin hablar de mi?                   . ))

Me la imagino sentada con los pies colgando en el primer autobús que empezó a alejarla de lo común … Pequeña, muy tierna y callada, aprieta sus dientes y mira por la ventana. Va envuelta en una bufanda de lana, sus zapatos están llenos de barro,  y con un guante de cada color, agarra la misma maleta que ahora tiene distribuida en todas las partes del planeta tierra: India, Francia, España, Nowhere.

Me la imagino en su mirar azul prolongado, contemplando lo transitorio a través de los cristales empañados, y alzando de vez en cuando una mano para trazar con sus dedos algún símbolo inventado en el cristal a través del cuál entran distintos paisajes, árboles, ríos, montañas, carreteras, recuerdos. Me la imagino con un oso polar al lado y con una bolsa de castañas y polen en el bolsillo. Muy pequeña, y muy maga ella. Todo el día soñando en alto.

Y me imagino también que debió sospechar desde muy pequeña que su hogar no está en ningún sitio más que en el fondo de ella misma, y a través del vaho, empezó a soñar un sueño que todavía no le alcanza, entregando así su confianza en lo que no se puede explicar.

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(( Hace unos días me recordó que un día dije que escribiría sobre ella. ))

Es otoño en Barcelona, tengo una maleta tuya debajo de mi cama, hoy llevo tu jersey marrón que huele a no sé qué huele, acabo de hacer café, y como los paisajes transitorios del autobús dónde te invento, me vienes así…

«Hay que pedirle permiso para entrar:

Solo permanece quién tiene alas.

Ola Se evita caminado deprisa y Se conecta volando.

Vive en la cúspide del desbordamiento.

Más del cielo que de la tierra, ES

compulsiva pasión. Tiene gula de Dios.

Y anhelo de grandeza.

Ella es mi invención.

Hija del Universo. Puente.

Expansión pero también contracción.

Sabe invocar a los espíritus a través del juego y de las alturas.

Con el infinito dentro,

Hoy es una y ahora es otra. A veces un polvorón, y otras una fresa.

A veces un libro de capítulos vírgenes, y otras un museo de entradas secretas.

Son sus excesos quiénes le lastiman. Y aunque no le salen lágrimas,

A veces llora.

Ni es más ni es menos.

Es imperfectamente perfecta.

Mágica. Intensa.

Desordenada Ola.»

ola-jas

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