“La autotrascendencia no estriba solo en la búsqueda de estados alterados de conciencia. Implica también un anhelo continuo de ser transformado y, en el sentido del Maestro Eckart, de ser “superformado” por la Realidad más amplia, cuya existencia y naturaleza benigna se nos revelan en la condición meditativa y extática”. Georg Feurstein.

El sábado, fui a comer con tres amigos. Juan, Ana y Eva.

Juan, cambió la música electrónica y el mundo de la noche por el yoga, los ayunos, los retiros, y una vida bastante ordenada, sin pequeños ni grandes vaivenes. Medita todos los días, cocina siguiendo los principios del ayurveda, practica yoga a diario, y si cena más tarde de las 20h, ya siente que está incumpliendo algo que va en contra de los ritmos de la naturaleza. Dice que hay dos cosas en su vida que le han marcado totalmente: una toma de ayahuasca, y un retiro de vipassanaEn semana santa hará otro vipassana, y en los próximos 10 días, estará de nuevo con el sirope de savia. Dice que los ayunos son esenciales en la vida de las personas: ayudan a ver con más claridad, dice.

Ana tiene un magnetismo especial, capaz de enamorar a cualquier persona que se cruce en su camino. El hecho de haber vivido en muchos países, le hace sobresalir por su personalidad desprendida, altruista y siempre alerta a todo lo nuevo: a las últimas tendencias en medicinas naturales,  remedios para el mal de amores, y leyendas para no dormir. Ella se declara anarquista, dice que se niega a seguir a ningún maestro y que su única guía son los pálpitos de su corazón. Con la intención de implementar de nuevo el yoga en su vida, hace unas semanas retomó la meditación. Y por lo que nos contó, ahora está indagando en el masaje tailandés  y está interesada en los rituales de Jodorowsky (esos en los que se elige a una madre y a un padre para hacer alguna clase de renacer, muriendo a lo viejo y despertando a lo nuevo.)

Eva… ella es pura sensibilidad, es una little happy flower, carismática, dulce, y con altas dosis de empatía (a veces se pierde en los límites por esto de las altas dosis). Ella siempre pensó que el yoga estaba asociado a los hippies y cuando pensaba en yoga pensaba en orgasmos colectivos al estilo de los Beatles, y eso a ella le echaba para atrás. Después lo probó, y se enganchó, porque le despertó su lado más apacible. El año pasado se lo dedicó al yoga, dejó de salir, se volvió más tranquila, se hizo vegetariana y cambió su vermut de los domingos por el chai con tarta de zanahoria de los sábados al sol conmigo. Después tuvo una crisis que le hizo de nuevo volver a la otra parte de ella: volvíó el vermut de los domingos, y estacionó su lado anacoreta por un tiempo. Ahora, intenta buscar el camino del medio: retomó el yoga y está probando diferentes estilos, con la idea de algún día ser profesora y dar clases.

Pues bien, nuestra conversación, irremediablemente, acabó siendo de yoga. Eva, contó su última experiencia en el Rocket yoga (un yoga muy potente que tiene su origen en la práctica de Yoga Ashtanga Vinyasa , siendo su creador Larry Schultz), diciendo de la última clase salió flotando. Juan, no podía evitar morderse el labio, y apretar su puño encima de la mesa, diciendo que eso no era yoga, que el yoga no busca subidones dopaminérgicos ni se practica con música (y menos con un dj). Ana no entendía por qué no podía ser considerado de yoga estas pequeñas liberaciones espontáneas (de nuestras aflicciones diarias) de las que hablaba Eva……..y así prosiguió nuestra conversación, como muchas otras en todos los rincones de la tierra: dando círculos sin vías de escape sobre temas tan delicados y malentendidos como la iluminación, el yoga…. y los caminos que nos distraen…cada uno preservando y defendiendo su punto de vista.

Y aquí, llego al tema cardinal de este post:¿dónde está la división, donde está la barrera divisoria que decide que tu si pero yo no (o viceversa) practico yoga? ¿el yoga se practica?  ¿Realmente hay una demarcación de: esto sí pero esto no?

A fin de cuentas, supongo que lo que buscamos todos es autenticidad, y un aprender a vivir mejor con nosotros y con la singularidad con la que cada uno de nosotros pone de manifiesto su conexión con la totalidad. 

…Psicólogos y psiquiatras occidentales, como así también los hindúes, han explicado claramente que la mente humana es la palestra donde acuden a luchar numerosos impulsos y emociones antagónicos. Y puesto que cada uno acarreamos una cultura, unos padres, unos hermanos, un temperamento, unas aptitudes y unas características que nos hacen ser especiales, deberíamos encontrar el método particular y apto para nuestra propia particularidad, si es que así lo queremos, claro. Porque al final, lo que nos diferencia no es lo qué hacemos, si no la piscología que hay detrás, lo que está detrás de lo aparente.

“Nunca digáis que un hombre no tiene remedio, porque sólo representa un carácter, un puñado de hábitos que es posible reemplazar por otros mejores”. Swami Vivekananda.

error: Content is protected !!