¿Queréis saber cómo es Dios? Ve y mira en tu espejo 〜 estás mirándole directamente a la cara.
Habéis llegado a ser lo que sois en la inmensidad del tiempo, al vivir vida tras vida. Y con cada una de esas experiencias habéis acumulado la sabiduría que os ha permitido dar forma a algo tan singular como vosotros. Sois demasiado valiosos, demasiado hermosos como para haber sido creados con el fin de vivir tan sólo en un instante de la eternidad.
¿Creéis acaso que vuestro padres os crearon? Ellos son vuestros padres genéticos, pero no os crearon. En un entendimiento mayor, ellos son vuestros hermanos queridos – y vosotros sois, de hecho, tan viejos como ellos, ya que todas las entidades fueron creadas en el mismo momento. Todos nacieron cuando Dios, el gran y magnífico Pensamiento, se contempló a sí mismo y se extendió hasta la brillantez de la luz. Ese fue vuestro comienzo, y vuestro nacimiento. Vuestro verdadero padre es Dios, el Principio Padre-Madre de toda la vida.
¿Creéis que vuestro cuerpo es lo que realmente sois? En absoluto. Vuestro cuerpo es sólo un manto que representa a la esencia invisible que es vuestra real y auténtica identidad: esa colección de actitudes y sentimientos llamada personalidad-yo, que yace dentro de vuestro cuerpo.
Considerad por un momento: ¿Qué es lo que más os gusta de otra entidad? ¿Es el cuerpo? No. Es la esencia de otra persona la que amáis, la personalidad-yo invisible que yace detrás de los ojos. Lo que tú amas en otro es la esencia invisible que hace que el cuerpo funcione: que los ojos parpadéen, que la voz sea melodiosa, que el cabello tenga lustre y las manos tacto.
Vuestro cuerpo no es nada sin aquello que lo hace funcionar, que sois vosotros. Lo que vosotros sois no es vuestro cuerpo, sino una colección de pensamientos-actitudes que se presentan como una personalidad-yo única. ¿Y habéis visto alguna vez vuestros pensamientos? ¿Habéis visto alguna vez vuestra personalidad? Y vuestra risa, ¿podrías oírla sin vuestro cuerpo? No tenéis ni idea de cuán grande sois, porque lo que sois es tan invisible como el viento. Así como yo soy un enigma para vosotros, también lo sois para con vosotros mismos – el mayor enigma de todos.
¿Sabéis lo que sois sin las máscaras que lleváis? ¿Sin vuestra armadura de de duros corazones? En el centro de vuestro ser, vosotros sois, de hecho, Dios. Dios, el gran misterio para la humanidad, nunca estuvo fuera de vosotros. Pues lo que se oculta detrás de vuestros ojos, entre vuestras finas ropas, detrás de la ilusión de vuestro rostro, es la virtud invisible del pensamiento: la personalidad-yo que permite que seáis lo que sois.
Tú creaste tu vida a través de tu propio proceso del pensamiento y tu manera de pensar. El modo en el que vives, tú lo diseñaste y destinaste totalmente. El Dios dentro de vosotros es la sublime inteligencia que os acredita y os da el impresionante poder de crear, es la maravillosa fuerza vital que sostiene vuestra vida por siempre y para siempre.
Texto RAMTHA. He aquí a Dios.
Fotografía: Davis Ayer.