“La suprema ilusión del hombre es que él puede hacer. Toda la gente pregunta que puede hacer, ¿cómo hacer? Piensa que puede hacer, toda la gente quiere hacer, y su primera pregunta se refiere siempre a qué puede hacer.
Pero, a decir verdad, nadie puede hacer nada y nadie hace nada.
Es lo primero que hay que comprender: Todo sucede» Gurdjieff.

1. En Punta Umbría. Jueves Santo.

Mi prima, su futuro marido, y yo, pasamos la tarde en el sofá poniéndonos al día de todo y nada en particular. María es arquitecta, y ha pasado los últimos seis meses haciendo una estancia de investigación en la Universidad de Columbia. Su novio, está buscando trabajo, fue a NY a verla en Navidad, y allí se consagraron al amor con letra de boda, brindis y dedicación.

Esa misma noche, fuimos los tres a cenar a mi casa.

Cuando abro la puerta de mi casa, la primera panorámica que tenemos es la de mi madre sentada en el sofá. Pasan dos segundos, y asoma una cabeza por encima de la mesa de camilla: mi hermana, que estaba con la cabeza recostada en las piernas de mi madre, resurge con cara de haber estado peregrinando por otros estados de placidez.

– Mi prima y yo al unísono, a la vez que nos íbamos acercando a la mesa: ¿Qué hacéis?

– Mi madre: estoy poniéndole reiki a tu hermana.

(( Las cejas del novio de mi prima se arquean ))

Y ambas se reincorporan para los pertinentes abrazos a mi prima y a su prometido.

El ruido del momento acerca a mi padre al encuentro, que venía del piso de arriba de meditar media hora.

Ya todos sentados, entra la pregunta litigante-irónica de mi prima: pero vamos a ver tía, ¿tu me puedes explicar otra vez qué es esto del reiki? ¿cómo se va a pasar energía por medio de una imposición de manos? Ya sabía yo que esta conversación no iba a tener vía de salida. La explicación de mi madre, aportó más lío que aclaración. En el momento en que se introducen palabras del tipo: energía, ser, espiritual, imposición: apaga y vámonos. Ninguna de estas palabras, por revés, esta desprovista de prejuicios, y os testifico: van a solicitar respaldos sólidos y científicos para ser tomadas en serio.  Cambiamos de tema como podemos, pero no nos salió bien la jugada. Surgió Jodorowsky en medio de la tertulia. Para explicarle a mi prima y a su novio quién es Jodorowsky, mi hermana hizo el siguiente resumen: María, Jodorowsky es un pavo que si por ejemplo tu le cuentas que tienes un problema, el te va a decir: coge un lazo rosa, lo untas en té con miel, y le das tres vueltas en el pene de tu novio mientras le das cinco vueltas a tu cocina, y todo solucionado, el problema se fuga.. Risas.

2. En Punta Umbría. Viernes Santo.

Dos amigas y yo, paseábamos descalzas por el espigón de Punta mientras tomábamos un helado. En medio de nuestras charlas sin fin, salió el tema de nuestros padres, y cómo de alguna manera éstos interceden (podemos ponerlo en pasado) en nuestro carácter y en nuestra manera de concebir y caminar la vida. Yo hice un inciso, no me acuerdo muy bien de el por qué de esta acotación, sobre la meditación, pero queriéndome referir a ejercicios de meditación-concentración, que tanto se malentiende.

–       Concha: ¿tu me puedes explicar qué es esto de la meditación?

–      Como puedo le hablo de lo de la pantalla de cine donde se proyecta una película y en esa película se intercalan todo el tiempo acontecimientos bonitos pero también dolorosos, y tu te identificas con cada uno de ellos, pero sin embargo, la pantalla nunca se ve afectada. Así, la consciencia pura, no puede verse afectada por la creación proyectada por ella misma.., así que la meditación sería como hablar de consciencia, Porque nuestra mente es como un disco, que repite continuamente la misma canción y  el objetivo de la meditación sería la creación de nuevas melodías, erradicando las antiguas que nos llevan siempre a lo mismo, y ahí te darás cuenta de lo apasionante que es ver cómo el ego lucha las 24h de día por auto.confirmarse para no perder el control por miedo a no encontrarse con nada.

3. Domingo de resurrección. Sevilla. En casa de mi prima (la hermana de mi prima la arquitecta).

Mi prima, ingeniera aeronáutica, me pregunta si sigo comiendo carnes, y yo no sé por qué, y para querer justificarme le cuento lo de la clasificación de alimentos según el Ayurveda, le digo que los alimentos se dividen en tres grandes grupos: Sátvicos, Rajásicos o Tamásicos, de acuerdo con los elementos que lo componen, y su efecto en nuestro cuerpo-mente. Por ejemplo, el café, las carnes, los picantes, el ajo, alcohol… son Rajásicos. Los alimentos envasados en latas, o precalentados.. son Tamásicos. Los frutos secos, el arroz, la avena.. son Sátvicos. Y dicen que comiendo uno u otro, repercutirá en el bienestar (versus posible agotamiento, cansancio o premura), de nuestro organismo total.

– Ella: ¿Pero está avalado por la OMS (Organización Mundial de la Salud)?. Porque si no está avalado, no me vale.

Conclusión de Semana Santa: yo no entiendo cómo los aviones consiguen alzarse del suelo y volar, y mi prima sí. Cuando me cuenta cosas, a mi me parece que me habla en otro lenguaje que no es el mío, y por eso me maravillo, por lo diferentes, necesarios y complementarios que podemos todos llegar a ser en el misterioso mundo que habitamos.

Y así, somos como las células diferenciadas del Sistema Nervioso. Cada una con una función y propósito dentro de éste, no paran de interactuar entre ellas propagando impulsos nerviosos y viviendo dentro de un mismo cuerpo. Estas células no se empoderan de sus acciones, simplemente existen y contribuyen, sin ellas saberlo, para que siga habiendo vida, y felicidad y también tristeza, dando lo mejor de ellas mismas.

Y detrás de todas estas escenas, hay todo un historial de vida, de familia, de contrariedades, de rompecabezas, de obstáculos y de misterios, que nos están diciendo a cada segundo (al menos a mí): confía, que la vida siempre sabe.

Pero… ¿y si no sabe?

(…) Para hacer hay que ser…
Para hacer, verdaderamente, antes hay que ser.
Y, ante todo, hay que comprender lo que esto significa, «SER.”»
Gurdjieff.

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