“En el baile de máscaras en el que vivimos, nos basta el encanto del traje, que en el baile lo es todo” Fernando Pessoa.
“La ignorancia es la claridad que no fue reconocida” Eric Baret.
Hace un rato salí de un taller con Eric Baret en Barcelona, y el fin de semana pasado estuve en un taller en Madrid con David Testal. Si los invitase a tomar un té, no sé yo si se atraerían mutuamente, pero el caso es que me pareció que los dos hablaban de la misma cosa sin hablar de la misma cosa en absoluto, y me pareció bonito poder enlazarlos.
Eric Baret es un reconocido Maestro del yoga tántrico Shivaísta de Cachemira. Y David Testal, al que cito de vez en cuando por aquí y por allá por regalarme ·clics de lucidez· en pequeñas pócimas, es un personaje ilusorio y que en ocasiones da talleres de pensamiento. Hoy os invito a los dos, porque lo que ahora escribo, viene activado por David y potenciado por lo des.velado el fin de semana con Eric, o al revés.
/ Cuaderno de notas:
_ La muñeca no es la que hace feliz a la niña. Sólo existe la ilusión de la muñeca, igual que existe la ilusión del otro al que percibimos, y que está dentro de ti. «Nadie te puede proporcionar algo que tú no tengas. Sólo te pueden proporcionar lo que ya tienes», dice David.. Por eso, nadie en esta vida nos podrá amar ni proporcionarnos felicidad. Porque es la felicidad y el amor, la que nos contiene a todos. El amor, o esa tela de araña que no hila los unos a los otros, existe más allá de cualquier relación que podamos tener en nuestras vidas.
_ Querer comprender algo en esta vida pertenece al campo de la fantasía. Las personas que creen que entienden, viven en una pretensión. Es la propia mente la que crea situaciones imaginarias, la que pretende comprender lo que ha creado, y la que crea argumentos y razones que justifiquen sus ideas previas antes de atreverse a cuestionar su propio acto de percibir y poder navegar en la versión y creación de otras realidades posibles.
>> El pensamiento oculta la naturaleza de la realidad en sí misma. Nada es real hasta que es observado, dicen los cuánticos.
_ Lo de «es cuestión de decisión» y esas frases hechas que solemos repetirnos, es respetable pero es engañoso. Las cosas se deciden por arte de magia y misterio, no por arte de ti. Uno constata, pero no decide en su vida ordinaria, por mucho que pensemos que somos lo agentes de las elecciones que llamamos nuestras.
Cada pensamiento surge de una manera que no es elegida. Cuando un pensamiento nos atrae, nos adherimos a él y pensamos erróneamente que «hemos pensado», en vez de constatar que estamos continuamente siendo pensados. Si liberamos esta adherencia al pensamiento que surge (un sujeto que se fija a un objeto, en este caso pensamiento), dicen los sabios que podremos conocer más allá de nuestra mente conociendo nada: somos espacio que sueña con ser sólido, escribe James Low. La única manera de comprender todo esto es en el silencio de la auto – indagación, y en el explorar a cada amanecer quién era el que dormía y sigue soñando en vigilia.
_ Tarde o temprano, nos daremos cuenta de que lo que todos buscamos en esta experiencia de vida es vivir tranquilos, ser entendidos y sentir dicha. Es probable que sigamos cambiando de pareja, discurso, víctimas y profesiones para querer encontrar esta tranquilidad, una tranquilidad que paradójicamente precede a cualquier movimiento o palabra, y por tanto, es todo un juego que cesa cuando uno se da cuenta que la tranquilidad es nuestro estado natural, siendo el estado natural del ego el buscar, lo que crea resistencia y juegos de escondite.
Somos como el bebé que, anhelando la tranquilidad del útero, trepa en la cuna hasta tocar con su cabeza el tope de ésta o el brazo de su madre, para sentirse protegido, seguro y sostenido.
_ Mientras sigamos manejando una tarjeta de visita, seguiremos sufriendo de manera gratuita. Sufres porque pretendes ser alguien, dice Eric, y porque vives con la responsabilidad de tener que administrar esta identidad, que es la que sufre. Si te quieres liberar del dolor, enamórate de él. El daño no hace daño, es la resistencia a éste lo que te daña, e igual para todo.
>> La persona nunca será libre. La consciencia es la libertad. ¿Quién soy yo? y ¿qué está ahí para ser conocido? – sería la pregunta.
_ Lo que ocurre a cada instante es indispensable. Lo que sucede es lo que has deseado. Los que aún siguen identificados con la idea de ser alguien, y de tener una identidad fija, se tendrán que seguir defendiendo para pretender tener una seguridad que nunca ha existido ni existirá. La búsqueda es siempre el obstáculo.
_ ¿Cuál es la experiencia del cuerpo en el instante? Esto es lo único que nos concierne. Lo demás es todo novelesco. La consciencia siempre dice SÍ a todo, hasta al no más rotundo.
_ ¿Y que me dice del Universo, Dios, Jesucristo? Le preguntan a Eric Baret en medio de la sesión. – No tengo información sobre esto, responde él.
La creencia es una espera (David Testal) y la esperanza una huida (Eric Baret).